El proceso de independización juega un papel crucial en el desarrollo del ser humano. Convivir con uno mismo, arreglárselas solo, ayuda a la madurez personal y facilita un mayor autoconocimiento. En particular para los más jóvenes, emanciparse cuanto antes es uno de sus principales deseos. Para los jóvenes con síndrome de Down, debido a la actual coyuntura, el hecho de vivir independientes de sus padres o tutores se ha vuelto un proyecto complicado y difícil igual que para todos los jóvenes ya que los trabajos precarios con sueldos bajos a los acceden la mayoría de jóvenes unido a los altos precios que están alcanzando los alquileres dificultan esta aspiración y hacen que la edad para conseguir este objetivo vital se retrase hasta la treintena.

En Down Málaga trabajamos diariamente para que este proceso se aborde de una forma beneficiosa donde todas las partes implicadas, tanto los hijos como los padres, cuenten con la mayor seguridad y tranquilidad posible. El trabajo de Down Málaga para facilitar a las personas del colectivo el acceso a una independencia exitosa empieza en la adolescencia a través del servicio de transición a la vida adulta. La finalidad de esta prestación es favorecer la adaptación desde el entorno educativo a una etapa de formación para el empleo. En esta asistencia se promueve el desarrollo de las habilidades propias de la vida adulta. Por otro lado, y siguiendo el Plan Centrado en la Persona, donde la persona con síndrome de Down es la auténtica protagonista, el servicio integral de autonomía e independencia complementa las habilidades del usuario con áreas de trabajo consensuadas con las familias interesadas.

Los conocimientos adquiridos en estos programas se ponen en práctica posteriormente a través de experiencias reales, como son las viviendas de aprendizaje y las viviendas compartidas. En el caso del primer programa, las convivencias son durante un fin de semana al mes, ampliándose de forma paulatina a días de diario donde los jóvenes con síndrome de Down obtienen habilidades relacionadas con el autocuidado y el mantenimiento de una vivienda. En el sistema de las viviendas compartidas, se promueve la capacidad de tomar decisiones y asumir responsabilidades, hábitos con los que han de familiarizarse para que puedan dirigir sus vidas de manera autónoma, en plano de igualdad con estudiantes universitarios con los que comparten los pisos. Actualmente, en Down Málaga, contamos con tres viviendas, una de ellas con apoyo puntual de una mediadora y de la que los jóvenes que la componen ya saldrán formados para optar por decidir que  su vida sea independiente.

Al igual que en este aspecto, en Down Málaga trabajamos para defender los derechos de las personas con síndrome de Down con la férrea finalidad de garantizar la inclusión plena de estas personas en todos los ámbitos de la vida. Para ello, ponemos a su alcance los medios y recursos necesarios; promovemos su desarrollo y plena aceptación educativa, social y laboral, así como una vida independiente, y buscamos mejorar su calidad de vida y la de sus familias.