¿CÓMO PODEMOS FOMENTAR LA INCLUSIÓN EN  PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN?

 

A lo largo de nuestra vida coincidimos y nos relacionamos con personas afines a nuestros gustos o hobbies, con las que tenemos la capacidad de empatizar en mayor medida que con aquellas con las que no encontramos un punto en común. Todo esto da lugar al sentimiento de pertenencia a un grupo. El primer gran grupo de nuestra vida es nuestra familia, con la que establecemos nuestros primeros vínculos sociales y afectivos y donde normalmente adquirimos habilidades cotidianas como andar, hablar o desarrollarnos. A medida que crecemos, es cuando aparece este segundo núcleo mencionado con anterioridad, que engloban a personas con los mismos objetivos, intereses o emociones, lo que da lugar al sentirnos integrados en ese espacio social.

Maslow define el sentimiento de pertenencia como un sentido de arraigo e identificación de un individuo con un grupo o con un ambiente determinado, colocando este sentimiento como la segunda necesidad más importante del ser humano, después de las necesidades fisiológicas. Este hecho favorece nuestro desarrollo tanto intelectual como el comportamiento de la persona, su salud y su bienestar general.

Definitivamente la inclusión y sentir que pertenecemos a un núcleo donde podemos sentirnos representados y a gusto es clave para todos, pero al igual que ocurre en otros casos, su importancia aumenta en el caso de las personas con diversidad funcional, como puede ser el síndrome de Down. Una inclusión real en la sociedad es necesaria tanto para ellos como para el entorno que le rodea.  Debemos tener la capacidad de identificar y ser conscientes de sus fortalezas, habilidades, competencias y debilidades.

Desde Down Málaga queremos facilitaros una serie de ideas para favorecer la inclusión social en diferentes ámbitos, así como las medidas seguidas en el centro:

Ámbito familiar: conocer la noticia de que el nuevo miembro de la familia será especial no es tarea fácil, ya que son muchos los miedos y dudas que aparecen, principalmente causados por el desconocimiento. Contar con la información suficiente acerca del tema y resolver todas y cada una de las preguntas que tenemos en mente durante el embarazo y posterior desarrollo del niño es fundamental para poder garantizarle un entorno adecuado. Las asociaciones son una buena idea, ya que son conocedores de primera mano de la evolución de las personas con síndrome de Down. En Down Málaga contamos con un grupo llamado “La Marea”, integrado por progenitores que buscan ayudar con su experiencia a otras familias que acaban de recibir la noticia de que su bebé tiene o va a tener síndrome de Down.  

Ámbito escolar: aunque este aspecto ha evolucionado de forma positiva en los últimos años, aún queda un gran trabajo por delante. Aquellos centros que cuenten con una educación integradora facilitarán mayores oportunidades a estos niños y matricularlos en centros ordinarios tendrán un beneficio significativo. Favorecer el acceso a todas las oportunidades educativas, convivir niños con y sin síndrome de Down, conocer las diferencias y aceptar al prójimo tal y como es origina un beneficio mutuo para ambos lados.

En nuestra asociación, los profesionales del servicio de Recursos Educativos son plenos conocedores de esta cuestión y son capaces de transmitir a los docentes distintas formas de aprendizaje y adaptación de materiales para favorecer la máxima inclusión de los alumnos.

Inclusión laboral: alcanzar este objetivo supone uno de los hitos de su proceso de inclusión social plena. Al igual que ocurre en los anteriores casos, conocer sus rendimientos y capacidades en un puesto concreto es clave. Una vez esto se lleve a cabo, se verá que son trabajadores sumamente responsables y puntuales que ofrecen un clima de trabajo óptimo e integrador.

También en Down Málaga se trabaja de forma específica esta cuestión proporcionando a nuestros usuarios formación para el empleo, a fin de procurarles una capacitación previa para terminar de formarse en un entorno laboral real.

El proceso de inclusión laboral del usuario o usuaria con síndrome de Down se realiza a través de la metodología de Empleo con Apoyo, de forma que, tras un contrato laboral, nuestros preparadores laborales llevan a cabo un proceso de mediación y retirada de apoyo gradual para que el trabajador o trabajadora puedan alcanzar la máxima autonomía e independencia.

Por último, desde Down Málaga también se está abordando el desafío que tenemos por delante de encontrar espacios idóneos de inclusión para los más mayores, que, gracias a las mejoras en su calidad de vida, son cada vez más. A tal efecto, se están desarrollando y explorando programas de envejecimiento activo para las personas con síndrome de Down. 

En definitiva, la acción de la sociedad en las diferentes etapas vitales juega un papel protagonista. Aceptar que todos somos diferentes y a la misma vez iguales debe plantear esta diversidad no como un problema sino como un aspecto enriquecedor para nosotros mismos individualmente y para la sociedad en su conjunto.