EL USO DE LAS REDES SOCIALES 

 

En los últimos años, las redes sociales han jugado un papel fundamental en nuestra vida. Espacios como Instagram, Facebook, Twitter…. han llegado para quedarse con la doble función de entretener y, a veces, informar, ganando de esta forma terreno hasta convertirse en protagonistas en nuestro día a día. Si en un principio su única función era entretener, su impacto es esencial en el plano comercial, mediante acuerdos con influencers y personajes conocidos, así como en el entorno político, convirtiéndose en una herramienta más. A esto se suma su facilidad de acceder desde casi cualquier dispositivo electrónico. 

Y es que, ¿quién no tiene una cuenta en redes? Si bien es cierto que la edad recomendada de uso es a partir de alcanzar la mayoría de edad, son muchos los menores que se han registrado en cualquiera de ellas. Por motivos como este, en nuestro país, el número de personas que acceden diariamente a estos perfiles es un dato a tener en cuenta, ya que llegan a alcanzar los millones de usuarios.

Con todo esto vemos que las redes sociales son una opción de socialización igual de válida que otras más convencionales. Si nos centramos en el caso de las personas con síndrome de Down, su uso es importante, ya que favorece en gran medida su integración y la apertura al mundo. Según un informe de la Fundación Adecco, aproximadamente el 60% de las personas con algún tipo de discapacidad las utilizan, lo que supone un dato altamente positivo que anima su inclusión. El uso de las tecnologías derriba barreras y funciona como un espacio de concienciación, debido a su alta capacidad integradora, aspecto básico para lograr cambios reales en la vida de las personas.

En este año tan diferente que nos ha tocado vivir, la facilidad para comunicarnos que nos ha dado esta herramienta ha sido bastante útil para ellos, ya que han facilitado su comunicación con seres queridos y amigos, ayudando a paliar el impacto que supone un confinamiento domiciliario. Con todo esto, este fenómeno social parece tener únicamente ventajas, pero como suele pasar en la mayoría de los casos, no todo es color de rosa.

Su uso está recomendado siempre y cuando no limite la participación en otros ámbitos, como actividades lúdico-sociales como el deporte, ya que puede tener efectos negativos que perjudiquen su desarrollo personal. Por esto, es recomendable establecer periodos de uso y horarios, limitando su utilización a unas horas diarias. Además es importante que exista un seguimiento por parte de los padres, ya que, muchas veces, debido a su inexperiencia, pueden no saber cómo actuar al encontrarse en situaciones concretas, llegando a sentirse vulnerables.