Los primeros años de nuestras vidas pueden condicionar de manera decisiva los posteriores, sobre todo en lo que concierne a dificultades en el desarrollo como, por ejemplo, en el lenguaje y el habla. Al igual que puede ocurrir con otras coyunturas, el punto de inflexión será comenzar a trabajarlas a una edad temprana para así aumentar las posibilidades de manejarlas lo mejor posible. Cuando estas capacidades empiezan a florecer en los menores es el momento de ponerles toda nuestra atención para su correcto desarrollo y para facilitarles la ayuda adecuada en el caso de que lo necesiten. Favorecer la estimulación influirá positivamente en el fortalecimiento del lenguaje de los niños y en que su aprendizaje escolar sea satisfactorio. Es importante reforzar la confianza, seguridad, autoestima, bienestar y autonomía del menor para que tenga una beneficiosa repercusión en el desarrollo del lenguaje y el habla.

Normalmente, a los niños con síndrome de Down les resulta más fácil entender el lenguaje que expresarse, lo que da lugar a una descoordinación entre las habilidades del lenguaje receptivo y del expresivo. Por ejemplo, un niño de ocho años con síndrome de Down tiene unas habilidades de lenguaje receptivo equivalentes a las de un niño de siete años de edad y las habilidades expresivas de uno de cuatro años.

Otras dificultades que pueden aparecer en el lenguaje tienen que ver con la gramática, cuando quieren construir aclaraciones, reparaciones o peticiones; utilizan frases más cortas que otros niños; les cuesta mantenerse en un mismo tema cuando se alarga la conversación o presentan inteligibilidad reducida del habla.

En Down Málaga, conscientes de esta circunstancia, hemos desarrollado el servicio integral educativo. En él, con el lenguaje como protagonista, se proporciona a los niños y jóvenes con síndrome de Down los recursos adecuados para que su participación e inclusión sea plena y autónoma en todas las áreas de la vida. Dentro de esta prestación, los usuarios acceden al servicio de logopedia, al taller de lectoescritura y al de Jugamos y aprendemos juntos: porque siempre es más fácil aprender jugando, y a atención psicológica. Esta última área destaca por su carácter transversal, ya que tiene competencias en el resto de ámbitos y tiene como objetivo la atención al interesado y su familia a lo largo de la etapa evolutiva.

El desarrollo y la potenciación de las habilidades competitivas, y la mejora de la comprensión para favorecer las relaciones interpersonales y la integración son los objetivos que se marcan en el servicio de logopedia desde una edad temprana.

Dentro del ámbito escolar, se desarrolla el taller de lectoescritura con actividades complementarias para reducir las dificultades en las etapas de adquisición de las habilidades para leer y escribir de la manera más individualizada que sea posible.

A través de actividades lúdicas que favorezcan la motivación y la participación de todos los integrantes, el taller Jugamos y aprendemos juntos: porque siempre es más fácil aprender jugando impulsa la comunicación y las habilidades sociales, el desarrollo de la creatividad y la imaginación y el refuerzo de aprendizajes funcionales para la mejora de la autonomía.

El servicio integral educativo es una de las líneas de actuación de Down Málaga en su trabajo para defender los derechos de las personas con síndrome de Down y garantizar la inclusión plena de estas personas en todos los ámbitos de la vida.