Las nuevas tecnologías se convierten en una herramienta de aprendizaje para las personas con síndrome de Down
Las TIC, es decir, las tecnologías de la información y la comunicación, o, en definitiva, las nuevas tecnologías, se han adaptado al sistema educativo y presentan una serie de ventajas a la hora de ser utilizadas como una herramienta más para el aprendizaje en las personas con síndrome de Down
La tecnología y, más concretamente, su continuo avance y desarrollo ha dado lugar a una nueva forma de entender el aprendizaje y la enseñanza, siendo este de especial relevancia si nos centramos en el caso de las personas con síndrome de Down. En este sentido, el objetivo es dotar a estas herramientas de las condiciones necesarias para garantizar su empleo de manera autónoma, segura y de forma equitativa para todos los usuarios.
Así bien, numerosos estudios recogen que las personas con síndrome de Down procesan mucho mejor la información que se presenta de manera visual frente a la que se recibe por el canal auditivo. De la misma manera, los estímulos deben presentarse de forma ajustada a la velocidad de procesamiento de los individuos, ya que, de forma general, es más lenta en las personas con síndrome de Down.
Teniendo esas consideraciones principales en mente, ya se manejan datos sobre la eficacia en el uso de las TIC, obteniendo mejores resultados que los métodos de enseñanza tradicionales y destacando el uso del teléfono móvil y de las pizarras digitales interactivas frente al resto de aparatos multimedia. Esto llevó a Down España a lanzar el proyecto H@z Tic en el año 2011, siendo los resultados recogidos en el informe titulado: Proyecto H@z Tic. Guía práctica de aprendizaje digital de lectoescritura mediante tablet para alumnos con síndrome de Down.
Esta guía, además de confirmar los resultados de las investigaciones realizadas al respecto, insiste en que “las herramientas visuales que ofrecen estos dispositivos optimizan el aprendizaje de las personas con síndrome de Down y posibilitan un salto cualitativo en la integración del alumnado”. Además, añade que favorece la coordinación entre las familias, la escuela y la asociación, ya que implica a la familia en el aprendizaje de sus hijos.
Como conclusión, la guía recoge los derechos de las personas frente a las nuevas tecnologías y una serie de aplicaciones y hardware recomendado para la enseñanza de las personas con síndrome de Down utilizando tablet y ordenador, así como un listado de webs en los que encontrar recursos educativos de forma multimedia.
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