Nueve recomendaciones de literatura infantil sobre el síndrome de Down

Al igual que ocurre con el cine, la literatura tiene la capacidad de sumergir al lector en la historia y hacerle empatizar con los protagonistas. Si esto ocurre, además, durante la infancia o la juventud, que son períodos en los que todavía tenemos todo un mundo por descubrir, puede llegar a marcarnos de por vida. Por eso, en este artículo se recopilan algunas obras de literatura infantil que incluyen al síndrome de Down entre sus páginas.

Planeta Willy, Birte Müller. Esta escritora e ilustradora, de origen alemán, narra en el libro la historia de su hijo, nacido con síndrome de Down, por lo que presenta un carácter biográfico. Willy es un niño que viene de otro planeta, por lo que no podía comer ni respirar bien en nuestra atmósfera. En este viaje, tendrá que aprender a comunicarse con el resto de personas y, para ello, cuenta con su hermana como principal aliada, ya que es la persona con la que mejor se comunica.

Los mejores amigos, Rachel Anderson, y Shelagh McNicholas. Esta obra muestra los conflictos que tienen que enfrentar las personas con algún tipo de discapacidad, de la misma forma que lo hacen sus familiares amigos. Para ello, la autora cuenta la vida de Bea, una niña con síndrome de Down que se siente desplazada cuando una amiga de su hermana se burla de ella. Más tarde, conocerá a su vecino, con el que empieza a compartir juegos a la hora de la merienda.

El charco del rey Olaf, Mar Pavón y María Girón. La trama gira en torno a Olaf, un niño que describe cómo es el día a día junto a su familia, utilizando para ello la comparación con un muñeco de nieve, con el que no tiene nada que ver. Él es un niño cariñoso, al que le encanta recibir los besos de su familia y las caricias de su abuelo. Sin duda, las ilustraciones de María Girón son unos de los elementos más destacados de este álbum.

No somos angelitos, Gusti. En este libro se muestran varias facetas de los niños con síndrome de Down, mientras se desmienten algunos de los prejuicios más extendidos sobre ellos. Gusti, el escritor y diseñador, basa la historia en el hecho de que no son angelitos, son simplemente niños.

El cromosoma de Beatriz, Esther Hernández Palacios y Teresa Martínez. Beatriz es una niña que acaba de de llegar a la familia. Ella tiene un cromosoma extra, es decir, tiene síndrome de Down, por lo que su hermana decide contar como es la vida en familia desde la llegada de Bea y su cromosoma a la familia.

Mi amiga tiene síndrome de Down, Amanda Doering Tourville y Kristin Sorra. Dentro de la colección de obras formativas conocida como Amigos Especiales, se encuentran pequeñas historias como Mi amigo tiene autismo, Mi amiga tiene dislexia o Mi amiga tiene síndrome de Down. Como toda la serie, esta última aboga por la inclusión de las personas con síndrome de Down, aportando explicaciones y narrada desde el punto de vista de una amiga suya.

Anastasia la valiente, Manuel Ferrero y José Luis Navarro. En este cuento, Anastasia es una niña con síndrome de Down que tiene miedo a bajar al sótano de su casa. Un día, en compañía de sus amigas, se atreve a hacerlo y, una vez allí, descubre un mundo mágico que deja ver su especial sensibilidad.

Ser diferente es una valor, Pablo Pineda. El polivalente Pablo Pineda, además de actor y profesor, es también escritor. En este caso, cuenta su propia historia, la de una persona con síndrome de Down que nos recuerda que la única discapacidad es la de no entender que todos tenemos capacidades diferentes.

Pepita es especial, Fabiola Arroyo e Irene G. Lenguas. Este libro cuenta la historia real de Pepita, una niña con síndrome de Down, narrada desde el punto de vista de su hermana mayor Fabiola. En el año 2019, vio la luz la segunda entrega, titulada Nuestra hermana Pepita. Esta joven, conocida como @pepitamola en Instagram, se ha convertido en una auténtica influencer con más de 230.000 seguidores, cuyos beneficios van destinados a becas para la inclusión educativa de niños durante los meses en los que todavía no tienen asignada una plaza pública. Todo ello es posible gracias a su propia organización: la Fundación Pepitamola.

Cuando acabes con estos libros, puedes echarle un vistazo a las cinco películas sobre inclusión social que recomendamos en este artículo.