La llegada a la vida adulta es uno de los momentos clave en el recorrido vital de una persona. En el caso de quienes tienen síndrome de Down, desenvolverse y avanzar en esta nueva etapa requiere de un proceso de adaptación adecuado a sus peculiaridades.

La Asociación Down Málaga desarrolla sus servicios y acciones con el foco puesto en mejorar la calidad de vida de estas personas y lograr que aborden la adultez siendo independientes y autónomos. En este sentido, es importante fomentar la inserción laboral y desde Down Málaga se apuesta por la mediación profesional desde el Servicio de Transición a la Vida Adulta (SITVA).

Ubicado en el área de Adultos de la asociación malagueña, el SITVA es el encargado de la intervención enfocada a desarrollar y asentar aquellas habilidades que se trabajan en una educación postobligatoria, como los programas de Formación Profesional y los ciclos formativos. Además, se incide en las habilidades sociales que son fundamentales para el acceso a las empresas y a una posible contratación en el futuro.

Para iniciar este proceso, Down Málaga se esfuerza por garantizar una óptima coordinación con su servicio de Recursos Educativos, que interviene previamente y durante la etapa de edad escolar de estas personas. En concreto, el servicio de Recursos Educativos actúa en los centros educativos en la formación postobligatoria y el Servicio Integral de Autonomía e Independencia, realiza formación y acciones de inclusión social.

Las personas con síndrome de Down que quieren trabajar, además de superar las dificultades estructurales existentes en el mercado laboral nacional, requieren de una adaptación en la que les sea específicamente definido el puesto que tienen en la empresa donde van a formarse o trabajar. Según fuentes de la Asociación, suelen encontrarse, entre otros obstáculos, con que las empresas quieren que el trabajador desarrolle distintos puestos, algo complicado si no se le especifica claramente a estas personas cuál es su papel en la empresa.

Estos inconvenientes son los que requieren de una intervención constante en los primeros momentos por parte de los preparadores laborales de Down Málaga. Habitualmente, estos instructores actúan cuando la persona accede en régimen de formación a una empresa y puede experimentar un escenario laboral real. Este acompañamiento tiene el objetivo de ir disminuyendo de intensidad a medida que el nuevo trabajador va ganando autonomía y se ajusta a la realización de sus tareas y a la relación con sus compañeros de trabajo. Finalmente, dicho apoyo se convierte en un seguimiento mantenido, pero espaciado en el tiempo.

Las personas con síndrome de Down cuentan a su favor con su alta motivación y su compromiso hacia el trabajo. Aunque el abanico de empresas abiertas a contratar personal con síndrome de Down es cada vez más amplio, el sector del comercio y la hostelería son los dos ámbitos en los que más personas trabajan actualmente. “Tenemos claro que llevándose a cabo un buen análisis del puesto y una mediación efectiva, las oportunidades de éxito crecen”, explican los responsables de la asociación malagueña.

Down Málaga establece con las distintas empresas un convenio en el que se acuerdan acciones de formación, no relaciones laborales, excluyéndose las remuneraciones o incentivos económicos tanto para la persona que está aprendiendo como para la Asociación. Dicho convenio regula la duración de la instrucción y la cobertura que tiene el trabajador en caso de sufrir algún accidente. La Asociación también se encarga de asesorar a las familias en sus relaciones con la empresa definiendo los enlaces con la misma y siempre mediando para favorecer la propia autonomía e independencia de la persona con síndrome de Down.